En los talleres que impartimos en institutos analizamos diferentes elementos de la cultura y, por supuesto, la música es uno de ellos. No hay género musical exento de machismo, no hay más que realizar un análisis comparativo del número de cantantes mujeres u hombres, de su apariencia (forma de vestir, fisionomía, edad,..), de lo que se dice en las canciones, de cómo se dice, de lo que el público valora, etc.
Si bien, cuando hablamos de machismo en la música, en los institutos señalan el Reggaetón y el Trap como géneros musicales machistas. Pues bien, Reguetón, Trap y/o cualquier otro estilo musical no están reñidos con el feminismo.
Hablamos de canciones como las del grupo madrileño Tremenda Jauría, que está causando sensación, con su música feminista, en los circuitos alternativos estatales. O el reciente éxito «Ni la hora«, donde la cantante Ana Guerra lanza un mensaje alto y claro:
Hola, mira que bien me va sola
Nadie a mi me controla
Y aunque me lo pidas ya no te doy ni la hora
En este artículo ahonda en esa relación. Puedes leerlo aquí.