Un mundo a medias

salud

Cuando las mujeres y niñas disponen de un nivel de salud y educación adecuado, la pobreza y la malnutrición retroceden, mejora el nivel de vida general y se incrementa el crecimiento económico. Cuando tienen acceso al empleo, las empresas y la actividad productiva, los beneficios se extienden a sus hijos, familias, comunidades y naciones. Esto es un hecho. Un efecto multiplicador tan probado como que devuelven íntegramente los créditos y reinvierten los beneficios para hacerlas crecer.

Es lo que podemos leer en este artículo publicado en EL PAIS, y es uno de los argumentos de Beatriz Becerra es eurodiputada del  Grupo de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE). Y en que también podemos leer titulares como:

Hemos de priorizar la inversión en la salud de mujeres y niñas porque contribuye de forma directa a potenciar el crecimiento económico de las sociedades.

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